En la educación transversal, pero especialmente en el nivel medio y en la educación superior continua, la motivación desde las áreas emocionales y cognitivas resultan indispensables.
Si no existe ese impulso al aprendizaje que nace por la satisfacción de un logro debido a desconfianzas hacia las propias capacidades o a la baja autoestima generada desde el hogar que instala inseguridades innatas; buscar buenos modelos de vida pueden proporcionar pautas a seguir y dar fuerza a las metas.
Con este objetivo, el profesor y director Juan Vásquez Ojeda invitó a una clínica musical al connotado acordeonista e intérprete de piano no vidente, Jorge Veliz. El osornino llegó hasta el Centro cultural de la comuna de Curaco de Vélez para ofrecer a los estudiantes de media del Liceo Alfredo Barria Oyarzún, un ejemplo de perseverancia y excelencia musical.
“Las dificultades emocionales y de conducta en los estudiantes constituyen un serio y difícil problema en la educación y muchas veces los padres y madres no contemplan este hecho cuando los hijos no logran en el colegio un rendimiento acorde a sus esfuerzos y expectativas. La mayoría de los alumnos que presentan dificultades emocionales, de aprendizaje o conductuales, sienten al mismo tiempo una profunda necesidad de cambio. Los colectivos de música y deportes pueden ser la motivación que los impulse a la superación de sus problemas de aceptación personal”, explicó el profesor Juan Vásquez, encargado de los talleres musicales de la comuna curacana.
El ejemplo de vida que otorga la capacidad de superación en los logros que acumula Jorge Véliz, quien pese a ser invidente, tener sus manos accidentadas y haber nacido en un medio con escasos medios para tratamientos costosos; supo salir adelante y llegar a ser hoy un premiado intérprete de música, apadrinado por el estría musical. De ahí que las ideas compartidas con la joven audiencia causaron gran impacto al referirse a la necesidad de abrir los horizontes cuando de música y de superación se trata. “La música tradicional no es un conjunto de sonido que se encierran, por el contrario es un compendio sonoro que se va enriqueciendo con el contacto de otros sonidos. Así por ejemplo, la música en Chiloé incorpora raíces españolas, holandesas y quizás de qué otros lugares para llegar a constituirse como una ‘banderita sonora’ que retrata la identidad isleña hoy”, expuso el acordeonista ante la audiencia escolar.
En la misma línea, Juan Vásquez complementó que, “estas charlas buscan rescatar el compromiso que debemos tener todos al momento de interpretar todo tipo de sonoridades, vengan de donde vengan, no hay una limitante, sólo el objetivo de ser un aporte a nuestra cultura. Debemos reflexionar sobre el hecho de estar “privado”, con un poco más de autocrítica. Todos somos responsables de la invasión a la cultura chilota. Todo está relacionado y cuando se trata del rescate de nuestro patrimonio musical, ejemplos de vida como los que nos traen Jorge Véliz, amplían los registros que luego, por contraste, reaslzan los que identifican a nuestro pueblo”.