Recientemente decena de alumnos del Liceo Alfredo Barría Oyarzun de Curaco de Vélez dieron rienda suelta a su creatividad compartiendo una jornada llena de coloridos que incluyeron, baile, canto y atrayentes coreografías.

Pero no solo los jóvenes disfrutaron del programa recreativo ya que muy de cerca y formando parte de números artísticos fueron igualmente protagonistas docentes y asistentes de la educación, algo que ha sido la tónica en los últimos años.

Coincidente en este punto, el profesor Raúl Aravena en su calidad de asesor del centro de alumnos sostiene que este tipo de manifestaciones viene a responder al compromiso que los educando tienen con sus pares, volcando todas sus habilidades para compartir este evento con alegría y unidad.

Cabe recordar que el Día del Alumno constituye una fiesta en homenaje a todos los estudiantes chilenos de la educación media y se celebra desde 1992, año en el que el Ministerio de Educación determinó que así fuera.

Según ha quedado plasmado en la historia fue el año 1990 donde el gobierno de aquella época emitió el decreto supremo número 524 con el reglamento general de organización y funcionamiento de los centros de alumnos de establecimientos de educación media. Los mismos, según se establece, deberían estar integrados por los estudiantes de ese nivel de estudios de cada colegio. Se recuerda además que el objetivo por el que se crearon era “para que los estudiantes puedan desarrollar debates acerca de temas de aprendizaje, así como también instancias de reflexión y poder desarrollar un pensamiento crítico en base a los conocimientos que reciben en sus respectivas aulas”.

En definitiva la tradición se mantiene y la comuna estudiantil de Curaco de Vélez se unió a esta costumbre, mostrando en la parte artística su mejor repertorio.