La semana recién pasada se entregaron las llaves de la primera de las cuatro viviendas patrimoniales que se repondrán en Curaco de Vélez tras un voraz incendio que hace unos años consumió antiguas casas de la ciudad.

Se trata de la casa de la Señora Natalia Oyarzún, quien recibió su nueva vivienda de manos del SERVIU y de representantes de la Municipalidad de Curaco de Vélez, que a través de su Oficina de la Vivienda llevó adelante las diversas etapas de este proyecto habitacional.

“Estamos muy contentos por haberle entregado su nueva casa a la Señora Natalia, pues tanto su proyecto habitacional como los otros tres han significado para la municipalidad un gran desafío, pues para concretarlos se postuló a un subsidio especial, más complejo, pero con más recursos, pues la idea siempre fue construir viviendas lo más parecidas posible a las que se quemaron y ello significaba de partida elaborar proyectos distintos para cada caso, con todo lo que ello implica”, dijo al respecto el alcalde de Curaco de Vélez, Luis Curumilla.

“Por ello quiero agradecer al SERVIU por el trabajo que hicieron junto a los funcionarios de nuestra oficina de vivienda, al Colegio de Arquitectos, que nos ayudó mucho y a los damnificados, que creyeron y han estado esperando por más de tres años por sus nuevas vivienda”, dijo también el alcalde Curumilla, quien añadió que las otras tres viviendas siguen en proceso de construcción, cada una con diversos estados de avance.

Por su parte la Señora Natalia Oyarzún se mostró agradecida por tener nuevamente una casa y recordó lo duro que fue para ellas perder su antigua vivienda. “Agradezco a todos quienes me ayudaron a hacer la casa: estoy feliz, pero antes estuve muy triste por perder la casa de mis padres; habían tantas cosas antiguas de mis abuelitos, de mis padres. Quedé en la calle, perdí mi negocio, perdí todo y sentí mucha pena, pero ahora tengo la alegría de tener lo que es mío”, indicó.

En el caso de la casa de la Señora Natalia Oyarzún su proyecto habitacional contempló un subsidio de 47 millones de pesos, que permitieron levantar una vivienda de dos pisos, de 90 metros cuadrados y similar a la que perdió  en el siniestro del año 2016.