ARQUITECTURA

DSC02852En 1660, los jesuitas dan cuenta de las primeras casas. Sus primeras construcciones fueron en madera y paja y estaban establecidas en forma desordenada. En 1724, había en Curaco de Vélez 262 personas, conformaban 33 familias que componían la población de esta localidad. A principios del siglo el poblado no mostraba mayor orden; el caserío era pequeño y pobre, no existían calles, ni embarcaderos. En 1901 el Obispo Ramón Ángel Jara creó la parroquia y se abocó a la tarea de darle al caserío una fisonomía clara y una estructura que permitiera su crecimiento.

Una de las atracciones para el visitante son las características propias de la «Arquitectura Vernacular de Chiloé» con casas y cortes típicos de tejuelas, balcones y miradores que dan un aspecto de simpleza y originalidad.

La religiosidad de su gente está reflejada en sus Iglesias sectoriales que datan del siglo XVIII y XIX, construidas en maderas nobles como el alerce y el ciprés.

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