Agricultores del Programa de Desarrollo Territorial Indígena, PDTI, que en Curaco de Vélez se ejecuta gracias a un convenio entre el municipio e INDAP, están apostando por la producción orgánica, por lo que hace unos días se capacitaron en la elaboración de plaguicidas y fertilizantes orgánicos.

La actividad formativa estuvo a cargo del equipo técnico del PDTI y se desarrolló en el predio de una usuaria del programa y durante la jornada los participantes aprendieron a elaborar plaguicidas, productos orgánicos para hacer frente al tizón y abonos.

Jaime Vera, profesional del PDTI de Curaco de Vélez, explicó que la idea es ir ganándole espacio a lo químico y mejorar las producciones con productos orgánicos. “Lo que pasa es que tenemos que tener la alternativa orgánica, que es lo que nos han pedido los agricultores a lo largo del tiempo. Nos estamos transformando hacia lo orgánico, pero no podemos dejar de ver otras alternativas, con productos químicos para agricultores mayores, que siembran mucha superficie y no quieren arriesgarse a las pérdidas producto del tizón, del clima o las malezas, por lo que estamos por los dos frentes trabajando, con los dos tipos de agricultura”.

Vera añadió que hay una serie de ventajas asociadas a la producción orgánica vinculadas a la calidad de los alimentos que finalmente se consumen. “La ventaja de trabajar con lo orgánico es la sanidad alimentaria, pues está comprobado que mientras nuestra producción sea limpia y orgánica, el alimento que llevamos a la boca no va a tener químicos o alguna traza de algo que pueda quedar en ellos. Si bien los que venden químicos dicen que no quedan nada, no es tan así”.

Por último el profesional del PDTI de Curaco de Vélez dijo que en los campos de la comuna hay una tradición ancestral asociada al uso de la naturaleza para controlar plagar y mejorar la producción. “Nosotros estamos en Chiloé, en un sitio SIPAM, en donde los agricultores toda la vida han producido en forma orgánica, sin saber que era orgánica: lo hacían naturalmente y así, nosotros como técnicos, como profesionales, aprendemos de nuestros agricultores, pues es algo que ellos tienen en su sangre, en su cultura: está con ellos la producción orgánica”.